El pasado día 14 de abril, Viernes Santo, la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Zaragoza,
participó en el Vía Crucis con motivo del 75 Aniversario de la Parroquia de San
Valero de Zaragoza, sita en el Barrio de Las Delicias de nuestra ciudad.
Fue una petición expresa del
Párroco de la misma, D. Alfonso Palos, solicitó nuestra ayuda y no podíamos
faltar, acudimos a la llamada más si cabe cuando la imagen era el Cristo de la
Buena Muerte.
El Piquete de Honores con sus
Guiones postrados a los pies del Cristo de la Buena Muerte, hizo guardia en el
altar mayor, firmes con la mirada al frente, el silencio es expectante, notamos
que nos miran, algunos susurran, otros se frotan los ojos, se preguntan quienes
somos, que hacemos allí… lo averiguan pronto.
Cerca de ellos una representación
de socios en posición de firmes, esperan instrucciones.
D. Francisco Binaburo Utrillas
quien mandará el Piquete, da las órdenes pertinentes, Guiones a la cazoleta, a
paso lento avanzamos hasta la puerta principal, la iglesia está abarrotada,
siguen murmurando, pero ahora ya saben que los legionarios están allí, con
ellos, con el Cristo de La Buena Muerte.
Cuando éste cruza el umbral de la
puerta, portado a hombros por los feligreses devotos y vecinos del barrio,
suena el Himno Nacional, el Piquete de Honores con los Guiones desplegados le
rinde honores.
Aplausos y más aplausos.
Se da por comenzado el Vía Crucis
que la Agrupación parroquial de la Trinidad de Zaragoza y Catecumenado de la
Parroquia de San Valero, organiza y promueve en el acompañamiento del Santo
Cristo de la Buena Muerte, en el Vía Crucis parroquial del barrio de Las
Delicias. Son las 11:15 horas de
la mañana.
Inicia la marcha D. Carlos Javier
Pimpinela, responsable de organización de la procesión, porta el símbolo
cristiano, la imagen de la Cruz.
Detrás D. Francisco Binaburo
Utrillas, le siguen los Guiones de la Hermandad de Antiguos Caballeros
Legionarios de Zaragoza, porta el Guión de la misma, el Cabo D. Pascual Agullo
Pérez, a continuación el resto de Guiones portados por: D. Fernando Alonso
Blasco, D. Miguel Luis Casado Bercebal, D. Santiago Bellido Bernal, D. Ignacio
Mainar Lorenzo, D. Diego Becerril Oliveros y D. Vicente Álvarez Gines.
Escoltando al Cristo de La Buena
Muerte, representantes de la Junta Directiva y socios. Manda la formación D.
Fernando Cabello López.
Le acompañan: Dª Encarnación del
Pino García, Dª Carmen Puerta Rodríguez, Dª Carmen Gabarre Longares, D. Miguel
Asensio López, D. Juan José Pellejero Terna, D. José Antonio Almarza Martín y
D. José María Sanjosé Potente.
Con el aroma latente del incienso,
con el tabletear de los pies avanzando a paso lento, rodeados de fieles,
estación a estación, con sobriedad, con el recogimiento de La Pasión, con el
exquisito buen hacer del Párroco D. Alfonso Palos, con el esfuerzo de los
fieles que llevan sobre sus hombros el Cristo de La Buena Muerte, las voces
melodiosas rompen el silencio, alguna vez interrumpido con Vivas a España y
Viva La Legión, con respeto y devoción, avanzamos hacia el destino final, la
Parroquia, observando miradas cómplices, somos bien recibidos, nos sentimos
satisfechos.
Tras 60 minutos de Vía Crucis, de
nuevo el Cristo de La Buena Muerte regresa a la Parroquía de San Valero, de
nuevo suena el Himno Nacional, se le rinden honores. Es depositado en el altar
mayor.
D. Fernando Cabello López, a viva
voz le dedica una preciosa poesía legionaria. Los fieles le recompensan con una
sonora ovación.
Unos instantes de silencio y de
repente suena el Novio de la Muerte que magistralmente cantado toca la fibra
sensible de los asistentes, la Parroquia está a rebosar, al finalizar la
interpretación una salva de aplausos.
El Párroco D. Alfonso Palos, da por
finalizado el Acto.
Tras las felicitaciones que
recibimos por nuestra participación, nos retiramos sabiendo que dimos lo que
esperaban de nuestra presencia, lo mejor de nosotros.
Agradecemos al Párroco D. Alfonso Palos,
a D. Carlos Javier Pimpinela y a D. Francisco Figueroba su invitación y
atenciones.
Que el Cristo de la Buena Muerte os
proteja a todos.
Fotografías: VIKTORIA KABANOVA –
FRANCISCO FIGUEROBA