Fue
un 16 de Agosto, aun con el alma templada, con la sorpresa que produce el
zarpazo de una fiera, el mismo que desgarra nuestro corazón, la saliva se
agolpa precipitadamente en la garganta, la vista se nubla por momentos con un
velado paño de emociones incontenibles, tantas como las muchas veces que
estuviste formando parte de nuestros Actos y
Conmemoraciones, las lágrimas recorren las mejillas como un río sin retorno, cuanta tristeza, cuánto dolor, como te extrañamos.
Conmemoraciones, las lágrimas recorren las mejillas como un río sin retorno, cuanta tristeza, cuánto dolor, como te extrañamos.
Rodeado
de tus seres queridos, familiares y amigos, rodeado de con quién tantas veces
formaste codo con codo vistiendo la camisa legionaria, están presentes para
decirte no adiós, sino hasta siempre. Tu recuerdo será eterno.
Cubierto
con la Enseña Nacional, la que un día tú con un beso juraste defender y
escoltado por un Piquete de Honores del que tú formaste parte en tantas
ocasiones.
Con
encendido fervor legionario como tú tantas veces hiciste honor de ello,
exaltando las virtudes humanas y legionarias de nuestro Credo, fuiste
acompañado a tu eterno descanso.
Sobre
un haz de brazos recios, asido de manos fuertes, te entregamos al Santo Cristo
bendito, al Cristo de la Buena Muerte, ah cuantas veces lo acariciaste, cuantas
veces lo portaste.
Se
entono el Himno con vibrantes notas, su eco llego hasta el cielo indicándote tu
destino.
Caballero
Legionario D. Oscar Maicas Gracia, tus amigos te despiden en posición de firmes
y en primer tiempo de saludo, te damos el último adiós, una oración y el recuerdo
de tu querida Legión.
Siempre
con nosotros. Descansa en paz.
MIGUEL
LUIS CASADO
Fotografías:
INMACULADA MACHÍN
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